lunes, 6 de octubre de 2014

Un demonio en cada hombro

  Por qué has vuelto si hace tiempo que ya no te necesitaba. Había aprendido a vivir sin ti. Sin embargo ahí estás, para que vuelva a cometer viejos errores,como si mi huida del abismo sólo hubiese sido el sueño iluso de un necio. Como si un demonio en cada hombro actuara por conciencia. No hay salida de este bucle si el destino está sellado. ¿Por qué has vuelto? Y me miras con esos ojos de vacío, desprovistos de toda humanidad, que reabren en mi pecho ese agujero y consiguen que me cueste respirar. Te miro, y recuerdo el aroma de ese pozo, que tanto recuerda al hogar. Vuelves, y ya me veo reflejado en el fondo del vaso, otra noche interminable ingiriendo veneno en la barra de un bar. ¿Por qué has vuelto? Ya no necesito tus mentiras, ni que me protejas. Sin ti había conseguido ser feliz. Márchate y deja de susurrarme al oído la mierda que no quiero escuchar. ¿Por qué has vuelto al otro lado del espejo? Te diría que te fueses al infierno, pero no quiero volver a verte nunca más.

Rodras

viernes, 21 de marzo de 2014

Cartas a una Musa: Carta VII

Querida Musa:

  Desde la tierra de los bebedores de vodka el tiempo te juega algunas pasadas. En un momento eres feliz, al siguiente te encuentras añorando algo que jamás has tenido, y haciéndote ideas tontas sobre lo que ya ha pasado y lo que estará aún por venir. Qué situación, cuando ni siquiera yo mismo se lo que quiero, ni por qué, como un niño. Un pequeño caprichoso y mimado, que se interesa por todo y nada al mismo tiempo. Que ve una luz brillante en frente y la quiere para si. Mientras tanto, trato con todas mis fuerzas de que no te canses de mi. Y estas lineas que aquí ves, son lo más desesperado para tenerte a mi lado que se me ha ocurrido hacer. Menuda decepción, cuando te des cuenta de que soy todo potencial y nada más, cuando veas que en realidad estoy vacío y sólo en mi torre de marfil, en mi pozo particular y que eso nadie podrá cambiar nunca ya. Pero eres tan bella...que espero que este momento nunca acabe... Entre tanto yo me dedico a hacer lo que mejor se. Comportarme como un auténtico imbécil. Así trato de matar el tiempo, aunque creo que esta vez es el tiempo el que me acabará matando a mi. Algo debe cambiar, porque no siempre estarás ahí, aguantando mis gilipolleces, eso también lo sé. Ahora todo se torna oscuro, demasiado oscuro para ver.

Infielmente tuyo

Rodras