miércoles, 19 de diciembre de 2012

El último tren

  Empieza el juego; cena, copas...nunca estoy realmente, pero termino diciéndole lo guapa que es, siempre. Porque realmente es verdad, todas las mujeres lo sois de un modo u otro. Ya sabes, cada mujer tiene algo, una sonrisa, una curva, un secreto... Las mujeres sois criaturas increíbles, el trabajo de mi vida. Pero luego, a la mañana siguiente llega la resaca y me doy cuenta de que no estoy tan disponible como pensaba la noche anterior o que quizá sea incapaz de implicarme en algo más allá de una noche. Después ella se va y me quedo angustiado porque he perdido otro tren...Qué más da, si algo he aprendido en este tiempo es que es mejor una mañana de aturdimiento que una noche de soledad.


Rodras