miércoles, 2 de noviembre de 2011

Recurrencia infinita

Estoy en una piscina sentado sobre una amaca de esas que flotan, una silla hinchable, algo asi vaya, bebiendo whisky y fumando. Es de noche. La piscina tiene una tenue iluminación, que le da a todo un tono fantasmagórico. En el borde, en una tumbona, está ella, mirándome con un gesto...neutro, como la Mona Lisa, ¿sabéis? Yo la observo, fumando y bebiendo, ensimismado, cuando de pronto aparecen un montón de mujeres. Algunas conocidas por mi, otras no, que se tiran a la piscina. Están desnudas. Yo lo sé. Pero no lo veo realmente. Es extraño. El agua empieza a agitarse mucho y yo me sujeto a la silla. Ella, cambia su expresión y me mira de una forma más dura. Odio que me mire así. Las chicas empiezan a intentar tirarme de mi acuático trono, yo le suplico ayuda a ella, pero no me la presta, en vez de eso, se levanta y se va, perdiéndose en la oscuridad.Yo intento resistirme e ir hacia el bordillo, no para salvarme, sino para seguirla, pero no sirve de nada. Al final me caigo y me voy al fondo de la piscina, mientras veo que la luz que me rodea es más y más débil cada vez. Ahí es cuando me despierto.


Rodras

No hay comentarios:

Publicar un comentario