miércoles, 29 de febrero de 2012

En el cielo no hay alcohol

  Echo la vista atrás y solo siento nostalgia de una idea adolescente del amor que se ha ido y ya nunca volverá. Diabólico juego...el amor, en el que dos tontos...enamorados, juegan a hacerse daño el uno al otro. Y cada vez más tu, y cada vez más yo...echo de menos el nosotros. Después de darlo todo te quedas sin nada, y como un ángel desterrado bajas del cielo a la Tierra, un lugar grande y oscuro, lleno de recovecos donde es tan fácil perderse... Aquí abajo un demonio en cada esquina dice: ''Obedéceme'' y empiezas a ser esclavo del veneno. El amor es una poderosa fuerza, demasiado, antes o después, siempre se cobra su tributo. Y cuando te hallas en éste agujero infecto, lo más cercano al cielo, son esas tetas con sabor a café, con baileys y hielo como quien dice. Hay un camino de vuelta, el camino de la redención, pero el paraíso no es el mismo si no hay una Eva con la que compartirlo. Yo ya he vuelto, y he estado tiempo sólo en las alturas porque este mundo me causaba tremendo dolor, y si he vuelto del cielo, no hay otra razón que el anhelo del veneno de ese tubo con hielo y licor.



Rodras

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